Acá estamos, renovando diálogo. "Todos" debían estar esperando esta nueva entrada al blog, seguramente. Lo mas emocionante de escribir aquí, sería saber a qué guarismo representa "todos". Yo por lo menos jamás trataré de averiguarlo. Como decía una amiga, "si no querés recibir respuestas duras, no hagas preguntas duras". Esta frase fue en ocación de estar (con ella) iniciando un pequeño affaire, y a mí, se me ocurrió (debido a mi juventud, obviamente) preguntarle sobre su pasado. Recuerdo que arrancó diciendo..¿estás realmente preparado para una respuesta ciento por ciento sincera, detallada y veraz?.... Silencio, .... mas silencio...lo pensé un ratito,, y comencé a hablar de Rampa y la filosofía del Tibet, tratando desesperadamente de cambiar de tema. Desde ese dia me convencí que todas mis parejas, eran Cenicienta...Antes de conocerme a mí,,, habían estado en un largo y profundo sueño.
Pero no era este el tema que me movió hoy a la comunicación, y mucho menos a hacer referencia al título que paso ya a abordar.
Hace unos días me desperté con la loca (es un eufemismo, obviamente, no me refería para nada a mi esposa) y por esas cosas de los negocios, decidí hablar con un Broker (señor que vende barcos) para vender el Delfina.. Cabe aclarar que un barco no es un kg. de pan caliente, ni mucho menos, y su venta suele tardar meses, cuando no, años. Mucho mas cuando se trata de uno construído artesanalmente y no por un reconocido astillero. Por lo tanto, y habida cuenta que esto iba a demandar mucho tiempo, le pusimos un precio interesante. Total el día que llegue el candidato se verá, y quien sabe cuando sería ese momento. Hete aquí como diría Berugo, que a los 20 días viene el SEÑORQUEVENDEBARCOSQUESELLAMABROKER, con posible comprador y su viuda-novia (novia de él y viuda de otro, no al revés, como era de suponerse). Charlita sumamente amena abordo sobre cualquier tema, vueltita en el barco con un clima de perros, y comienzo de la transmisión de afecto. Dado que Javier (el comprador) era un tipo con similar tamaño de locura al que suscribe, y frecuencia idéntica, la transmisión fué rápida y sencilla: Luego de 20 minutos el barco estaba vendido.
¿queeeeeeeeeeeee, en menos de un mes? Sí, en veinte días, vendido, con seña y todo. ¿comoooooooooooooooo? ¿MI BARCO PASABA A SER "SU"BARCO?. ¡Tal cual gordito, firmá y callate!.
Al rato empecé a descifrar la cosa..porque fijensé que no hago referencia monetaria alguna. No, porque Javier (un tipazo de aquellos) que se lleva el barco el lunes, me compró solo eso, el barco, pero mi afecto se queda conmigo, y yo que siempre dije que no hay que enamorarse de las cosas materiales, porque eso es el primer síntoma de vejez, estaba barajando amor en lugar de dinero. Y la estúpida pregunta resonó en mi cabeza un buen rato, (convegamos que hasta ahí no creía que algo podía resonar en mi cabeza, por aquel viejo efecto de la no propagación del sonido en el vacío, peso se vé que la cosa es mas grave, porque no esta vacio sino que está ocupado y vaya uno a saber con qué ). La pregunta era..¿ Es ése el valor económico de mi afecto al barco que construí con mis propias manos? Y la respuesta fue luego de unos días,,NO idiota, ese es el valor de los fierros y maderas que forman un barco. Los afectos no se venden, uno solo los deposita en tal o cual cosa, pero no SON ESA COSA. Ya indudablemente Javier había comenzado a depositarle el suyo a su nuevo barco. Suena facilito, pero no me fué nada sencillo, y de allí el título de esta nota.
Asi que este barco se va, otro vendrá en breve seguramente y a mí, si algo me hacía falta para culminar el duelo y su correspondiente catarsis, era esta nota. Cosa que desde ya agradezco profundamente a quien lea esto. Me siento totalmente liberado.
Así que voy a dejar de escribir, porque acabo de oir que se le cayó el tachito de arriba de la cabeza a uno de mis hijos y el de mi esposa está medio flojo. No sea cosa que por esa pavada se demore la venta, justo este fin de semana que hay un montón de turistas...Buenas tardes.
Pero no era este el tema que me movió hoy a la comunicación, y mucho menos a hacer referencia al título que paso ya a abordar.
Hace unos días me desperté con la loca (es un eufemismo, obviamente, no me refería para nada a mi esposa) y por esas cosas de los negocios, decidí hablar con un Broker (señor que vende barcos) para vender el Delfina.. Cabe aclarar que un barco no es un kg. de pan caliente, ni mucho menos, y su venta suele tardar meses, cuando no, años. Mucho mas cuando se trata de uno construído artesanalmente y no por un reconocido astillero. Por lo tanto, y habida cuenta que esto iba a demandar mucho tiempo, le pusimos un precio interesante. Total el día que llegue el candidato se verá, y quien sabe cuando sería ese momento. Hete aquí como diría Berugo, que a los 20 días viene el SEÑORQUEVENDEBARCOSQUESELLAMABROKER, con posible comprador y su viuda-novia (novia de él y viuda de otro, no al revés, como era de suponerse). Charlita sumamente amena abordo sobre cualquier tema, vueltita en el barco con un clima de perros, y comienzo de la transmisión de afecto. Dado que Javier (el comprador) era un tipo con similar tamaño de locura al que suscribe, y frecuencia idéntica, la transmisión fué rápida y sencilla: Luego de 20 minutos el barco estaba vendido.
¿queeeeeeeeeeeee, en menos de un mes? Sí, en veinte días, vendido, con seña y todo. ¿comoooooooooooooooo? ¿MI BARCO PASABA A SER "SU"BARCO?. ¡Tal cual gordito, firmá y callate!.
Al rato empecé a descifrar la cosa..porque fijensé que no hago referencia monetaria alguna. No, porque Javier (un tipazo de aquellos) que se lleva el barco el lunes, me compró solo eso, el barco, pero mi afecto se queda conmigo, y yo que siempre dije que no hay que enamorarse de las cosas materiales, porque eso es el primer síntoma de vejez, estaba barajando amor en lugar de dinero. Y la estúpida pregunta resonó en mi cabeza un buen rato, (convegamos que hasta ahí no creía que algo podía resonar en mi cabeza, por aquel viejo efecto de la no propagación del sonido en el vacío, peso se vé que la cosa es mas grave, porque no esta vacio sino que está ocupado y vaya uno a saber con qué ). La pregunta era..¿ Es ése el valor económico de mi afecto al barco que construí con mis propias manos? Y la respuesta fue luego de unos días,,NO idiota, ese es el valor de los fierros y maderas que forman un barco. Los afectos no se venden, uno solo los deposita en tal o cual cosa, pero no SON ESA COSA. Ya indudablemente Javier había comenzado a depositarle el suyo a su nuevo barco. Suena facilito, pero no me fué nada sencillo, y de allí el título de esta nota.
Asi que este barco se va, otro vendrá en breve seguramente y a mí, si algo me hacía falta para culminar el duelo y su correspondiente catarsis, era esta nota. Cosa que desde ya agradezco profundamente a quien lea esto. Me siento totalmente liberado.
Así que voy a dejar de escribir, porque acabo de oir que se le cayó el tachito de arriba de la cabeza a uno de mis hijos y el de mi esposa está medio flojo. No sea cosa que por esa pavada se demore la venta, justo este fin de semana que hay un montón de turistas...Buenas tardes.
