Esto probablemente lo puede haber afirmado cualquiera de nosotros, en alguna circunstancia. Incluso es posible que en ese momento hayamos tenido razón. Lo que sí es seguro, que en el momento que lo pensamos o dijimos, lo sentíamos totalmente así. Porque los hijitos nuestros (me refiero a los suyos por un lado y a los míos por otro, no de ambos) tienen esa particularidad: ser lo más, y lo más en todo. A esta altura el avezado lector, ya sabe a que me refiero con LO MAS. Correcto, a lo mejor y peor en cada uno de los casos en que lo hemos dicho.
Cuando nuestro hijo dijo el primer versito parado sobre una mesa ratona o una silla, era LO MAS espectacular que uno se imagine. Ni Alfredo Alcón hubiese interpretado mejor el dolor de ese niño al que los zapatitos le quedaban chicos. ¿O acaso Humphry Bogart hubiese superado la mirada de nuestro hijo, por la vecinita de enfrente que lo tenía loco de amor?. Nooo señor!!! Para nadaaa!!
Y así muchos éxitos más en los que nuestro hijo, siempre fue lo más.
Pero ocurre que también nuestro instinto nos hace verlos del mismo modo ante los fracasos y/o no-logros, o las macanas, bestialidades, etc. Y de ahí que seguramente el único que no llevó la lámina prolija fue él, porque es LO Más desprolijo que hay en el mundo. Y si trajo una mala nota, debe ser LO MAS bruto del aula. Es más, hasta si trae todos 10, tememos que sea LO MAS bobo del curso, y que lo carguen.
Si tiene una noviecita es Lo Mas tarado, meterse tan jovencito. Si no la tiene, ¿no será este Lo Mas maricóncito? Si tiene muchas novias, es Lo Mas degenerado que se puede imaginar uno. Así casi indefinidamente.
Por suerte, esta característica, por llamarla de algún modo, va cambiando, inversamente proporcional a la cantidad de hijos, y con los últimos, cuando son mas de tres o cuatro, casi pasa desapercibida. Con el primero es una tortura, sobre todo para él.
Y así, entre Lo Mas bueno, Lo Mas malo, Lo Más vivo, Lo Más tonto, etc, etc, nuestros hijitos van creciendo con ese Karma, y nosotros a su lado siempre (porque sin nosotros encima todo el dia y la noche, andá a saber que harían) también crecemos y en algún momento como éste, en que termino con 23 de presión y taquicardia luego de haber terminado de estudiar historia con mi hijito mayor, reflexiono y veo que además de ser yo LO MAS rompe del planeta (como ud, ocasional lector) me siento emparentado con casi todos los padres y madres. Todos vemos Lo Más en cada hijo, y nos deshace la idea de suponer una cantidad de cosas de LO MAS terrible, que casi nunca ocurren o bajamos a la tierra al ver que Lo Mas bueno, tampoco era lo de él. De allí creo que mientras estemos cerquita y al pié de nuestros chicos, por esas cosas del amor, van a ser siempre LO MÁS maravilloso que nos pasó en la vida.
Nas Noches y cha´gracia.
Pirincho
