An,,,Danzas..Hace algunos días y aprovechando mi reposo, dí con un librito de esos de 3 x 10, que habré comprado en alguna librería del centro, porque debo admitirlo, me encanta revolver esas bateas, suponiendo que el tonto del librero, dejará allí algun incunable. Volviendo al libro del que hablaba, su nombre era Breve Historia de las Danzas Argentinas o algo así, y la verdad que, si algo tenía de honesto era el nombre. Porque escribir la historia de las Danzas Argentinas, en 42 páginas...¡¡eso sí que es ser breve!!! Si Señor!!. Luego de leer "brevemente" algunas danzas, se me ocurrió escribir algo al respecto. En principio me pareció que no valía la pena , por lo
inconsistente de mi ocurrencia, pero como diría Jaimito, "El blog es mío y me lo escribo cuando quiero", así que acá estoy.
La cosa , como era de esperarse, es que todas las danzas, en su escencia, apuntan a la seducción. Algunas más, otras menos. Unas muy directas, otras muy sutiles. Rápidamente, y respondiendo a mi habitual obviedad, ví a la relación sexual como una danza de aquellas que mencionaban. Comenzando desde la elección de la pareja, el suave inicio, hasta lo más caliente (si se me permite el término) de su desarrollo y finalización. Me gustaba ir buscando correlaciones, incluso lo divertido de imaginarme alguien zapatenado un malambo desnudo sobre un colchón.
La cuestión es que, de a poco me fuí adentrando en mis comparativos, y poniendo mas serio, ya que si bien creo que las danzas han incorporado mucha sexualidad en sus pasos, estoy convencido que ya habría que devolverle algo de eso y hacer lo mismo pero al revés. Creo que el sexo de hoy, está mereciendo que se le agregue mucha danza, mucho balet, personales coreografías, o entregas casi tribales. Resulta conmovedor ver bailar un chamamé, a una pareja con los ojos cerrados, las manos cruzadas cerca de la espalda, salticando casi sin tocar el suelo, y relacionar eso con el sexo propiamente dicho.
Y como se me hace difícil llevar al teclado todo lo que se me está ocurriendo, abandono aquí mismo, porque empecé a ver, que "la gente va llegando al baile", y no quiero perderme "ni una sola pieza,,"Buenas Noches
Pirincho
La cosa , como era de esperarse, es que todas las danzas, en su escencia, apuntan a la seducción. Algunas más, otras menos. Unas muy directas, otras muy sutiles. Rápidamente, y respondiendo a mi habitual obviedad, ví a la relación sexual como una danza de aquellas que mencionaban. Comenzando desde la elección de la pareja, el suave inicio, hasta lo más caliente (si se me permite el término) de su desarrollo y finalización. Me gustaba ir buscando correlaciones, incluso lo divertido de imaginarme alguien zapatenado un malambo desnudo sobre un colchón.
La cuestión es que, de a poco me fuí adentrando en mis comparativos, y poniendo mas serio, ya que si bien creo que las danzas han incorporado mucha sexualidad en sus pasos, estoy convencido que ya habría que devolverle algo de eso y hacer lo mismo pero al revés. Creo que el sexo de hoy, está mereciendo que se le agregue mucha danza, mucho balet, personales coreografías, o entregas casi tribales. Resulta conmovedor ver bailar un chamamé, a una pareja con los ojos cerrados, las manos cruzadas cerca de la espalda, salticando casi sin tocar el suelo, y relacionar eso con el sexo propiamente dicho.
Y como se me hace difícil llevar al teclado todo lo que se me está ocurriendo, abandono aquí mismo, porque empecé a ver, que "la gente va llegando al baile", y no quiero perderme "ni una sola pieza,,"Buenas Noches
Pirincho
Vea Pirincho, yo creo que sin duda sexo y danza es lo mismo pero con otro nombre. Fijese sino en el CHA CHA CHA. ¿No son acaso las famosas “nalgadas” que se les propina a las amantes del sexo duro? ¿Y el MERENGUE? Sin duda es esa crema en aerosol que se desparraman las actrices porno cuando juegan con las amiguitas en la cocina. Todo lo mismo.
ResponderEliminarPero lo peor es en nuestro folklore, ya se pudre todo con el GATO CON RELACIONES. Y ni decirle con la ZAMBA, con el clàsico “adentro, mi alma”. Y la cosa no termina ahì, ya que para darle màs color y calor al asunto, arremeten con “se va la primera”, “se va la segunda”, y asì la siguen según la cuerda que tenga el gaucho.
Si esto no tiene que ver con el sexo, es que estaba mirando otro canal, que sin duda…no es Venus. Chan chan.