martes, 9 de noviembre de 2010

RE CUERDO



"De todas las experiencias, hay que tratar de sacar alguna enseñanza.  O bien, lo que no mata engorda."
       Sin intentar convertirme en un sabio pensador, sé que son frases remanidas pero, no por eso menos reales y objetivas.
      Éste es un poco el motivo de lo que me llevó a las inteligentísimas reflexiones que siguen.
Ocurre que en una situación, que mucho no me divierte sin entrar en detalles; me tocó compartir una sesión de musicoterapia, o algo parecido. En realidad era una chica, armada con una guitarra y mucha buena intención, tirándole con munición gruesa, música a un grupo de gente mayor, en una especie de elegante internado para la 3ª y/o 4ª edad.     Luego de cantar "Relooooj no maaaaarques las hooooras", comenzó a charlar, explicó la letra con la intención del autor, e instó a que cada uno recordase momentos en los que hubiera querido detener el reloj, para que no pasaran nunca.    Entonces, yo que venía unos pocos metros mas allá que el grupo, en la carrera de la vida,  recogí el guante, y se me abrió un abanico de recuerdos y vivencias (si es que a las mías se les puede llamar de ese modo).  Ahí nomás, de sobrepique, lo empalmé de zurda con una vieja teoría mía (de neta elaboración noctámbula y etílica, como tantas otras) acerca de como uno (o yo, que vengo a ser el uno, en este caso) almacena los recuerdos y sobre todo los que fueron hermosos.
(Estoy empezando a sospechar que de a poquito, me metí demasiado a lo hondo, y sin salvavidas puesto, pero voy a tratar de resumir todo lo que me sea posible.)
        Hay algunos sonidos (no necesariamente musicales) que plasman momentos inolvidables y estimulan al resto de los sentidos a que se sumen y logren armar tal o cual recuerdo como corresponde.  Hay aromas que son los instigadores de sumar al resto de las percepciones. Y así cada uno de los sentidos, es el encargado de tirar la primera piedra o para hacerlo mas poético, de ser  la bolita de nieve que comienza a rodar desde la cima y se convierte luego en alud (turco bravo, si los hay).
       Pero yo quiero hacer base en lo que para mí, es uno de los "disparadores de recuerdo" mas ordenadito y prolijo, por lo menos en mi caso: y son Las imágenes del alma.   Esa especie de grabado que ingrésó por la vista, y quedó a fuego, sincel o gubia (porque vaya uno a saber de qué material es) y está ahí,,siempre.   Y lo mas importante, que forma en la mente, algo así como un álbum, donde con solo mencionarlo, aparece el recuerdo intacto y con la misma imagen de la primera vez que se lo rememoró. Tantas veces como se lo mencione,, la imagen permanece intacta y es siempre la misma.
Cualquier parecido con la moderna MEMORIA EMOTIVA, es pura coincidencia, o de lo contrario he sido plagiado.
Mi madre; instantáneamente aparece una imagen, despues otras, y luego miles de cosas, pero al toque, la primera,,, sólo una . Mi padre, lo mismo.  Un auto que tuve.   Una casa en la que viví..      Una noche, fuera de la carpa en el Viejo Arenal, tirado en la playa, casi inmolado en un malbec delicioso,  mirando los perfiles de unos veleros reflejandose en el brillo de la luna llena, sobre el Paraná.  Una antigua novia (en todos los sentidos de la palabra). 
 Me ha tocado no hace tanto, encontrarme con alguna motivación a un recuerdo, y pensé en editarla rápidamente , porque nada tenía que ver con la imagen que yo tenía. Pero no hizo falta, porque aún frente a frente, lo más importante que veía era la  de archivo, claro, la que sin saberlo había guardado en el alma tantos años.   Y me pregunté porque ocurría eso. Muy sensillo, y vuelvo a la sacrificada y bienintencionada musicoterapeuta.... Quien estaba allí enfrente era la parte de la historia que no había podido detener el reloj, y la que yo conservaba sí lo había logrado, estaba intacta como yo quería verla. 
Y para demostrar que mi teoría hace juego con mi tara (cual hepatítico con corbata marrón) , la amplío y pontifico  "no hay ninguna duda, que esas imágenes inolvidables , son muchísimo mas bellas y  llenas de cosas, que cualquier foto sacada en su momento, con la mejor cámara del mundo".  Y también descubrí, que sin esas imágenes, estos encuentros con objetos, o personas atesorados, no serían para nada placenteros, porque en lugar de estar hurgando en el archivo del alma, pasarían a ser un espejo en el que no me interesaría verme reflejado ¿me explico?
      Atando cabos recordé que ha habido alguna vez , que al estar  frente a algo o alguien de mi historia, sólo logré ver  el inexorable paso del tiempo...   ¡Y que profunda pena me dió no tener a mano, una bella imagen en el archivo!!.
 Pero nunca le dije, ni le diré nada ....
Buenas noches
Pirincho

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